da´ Community Manager.
- Carlos González
- 28 feb 2016
- 4 Min. de lectura

"Vayamos poniendo mayor atención a las cosas", fue uno de los tantos enunciados que me hice a lo largo de 7 días. A escasas semanas del inicio de un nuevo semestre en la carrera, una serie de preguntas agobian o resuelven situaciones que todo buen universitario entenderá y que hacen de tus noches una serie de olas inmensas de dudas. Ante el agobio he de reconocer que no puedo hacer de esta introducción una ofensa hacia el sistema de educación de la institución a la que pertenezco, ni mucho menos interrumpo el diálogo que se llega a establecer a raíz de un modelo del cuál yo busco abordar y criticar pues nos implica por igual, no solo hablando entre estudiantes.El modelo educativo de la Universidad Nacional Autónoma de México privilegia desde hace un buen tiempo el aprendizaje automático, en el que el alumno reconozca el estado mínimo de las cosas y se implique en la resolución de las mismas a través del mínimo esfuerzo pero bien establecido. Ante lo dicho reitero una serie de ejemplos, tales como el tiempo que duran los semestres, las escasas evaluaciones, exposiciones, diapositivas, lecturas extemporáneas, etc. "Crisis de información" fue un enunciado que rescaté del aula que hoy me compete como alumno y que tomé con suma importancia pues reconocía una serie de cuestiones sin respuestas que me aquejaban en el ya mencionado inicio de semestre. Marshall Berman impregnó en manera de metáfora gran parte del siglo XX y en él abrió brecha en la discusión en lo que respecta a la literatura del modernismo, la cultura contemporánea y hasta cierto punto liberal; "todo lo sólido se desvanece en el aire" es un mensaje crudo que abre incógnitas y censura, confusión y un presente no objetivo. Una visión evanescente que postula el fin de las necesidades humanas, el consumo y las deudas a través de la fluyente tasa de producción, mano de obra, capital maquinaria e industria, capitalismo vaya, se vuelve parte de nuestro presente. Lectura sin vigencia, sociólogo por excelencia, abre de nuevo los signos de pregunta ante el exceso de información, la mala interpretación, su diversidad que a veces contamina, la maqueta de una nueva Torre de Babel que hacen de nuestra manera de ver las cosas un tanto frágil. Las redes sociales solo pueden ser discutibles en la propias redes pues implica un cara a cara con el día a día que sin duda causa confusión y cierto escepticismo. La pluralidad, la igualdad y la transparencia cobran mayor significado siempre y cuando provengan de las redes sociales,los ciudadanos confían en mayor medida del turismo, la cultura "compartida", el albedrío religioso, incluso reclaman por sus derechos y obligaciones a través de los monitores, se manifiestan. Sin embargo, no todo está perdido, no es reprimir la nueva manera de trabajar pues incluso hemos establecido teorías también mencionadas como "generación Z",y no. Es posible encontrar incluso en un contexto superficial personas que destaquen por su trabajo, por su lenguaje sin censura, por el cansancio del silencio a su alrededor, por la manifestación sin tapujos y construida, con lecturas, con experiencias, con voces que se alimentan, si , del exceso de información pero que también acontecen filtros que atraviesan puertas que hace unos años parecían imposibles de derribar, hablo del civismo, de la comedia, la música, de las letras, de las noticias, de la moda, del cine. Una serie de contextos en los que un grupo de actores desfila con una nueva propuesta, emprendedora y justa para el nuevo sector de habitantes en el mundo, para una nueva generación que implica auto crítica y negación a la censura. El community manager establece un nuevo rango de inteligencia y contacto con la historia en la que no abordamos y creemos conocer sobre todas las cosas, es un prototipo de la realidad en menor medida para acercarnos más, para romper ciertos paradigmas, para hablar entre desconocidos, es a final de cuentas una plataforma con desventajas y ventajas, éstas últimas en mayor medida. Hace unos días me llamó mucho la opinión de Fernanda Dudette, una joven expositora de sucesos, emprendedora y atenta a la frescura de nuevos oídos, que buscan informarse y conocer a través de nuevas plataformas como el internet, las redes sociales, el streaming. En un nuevo no tan nuevo escenario como lo son las redes sociales se requiere de apertura a las quejas, de la ya mencionada autocrítica y de la buena comunión con las fuentes consultadas, vaya, se requiere inteligencia e innovación. Fernanda junto con una serie de exponentes de la libre expresión me han parecido por demás importantes en el acontecer de todos los días, son figuras que transpiran la dureza de la vida, la manifiestan y crean nuevos grupos de diálogo, pues recordemos que su visión parte de Guadalajara y que sin embargo converge con la de la Ciudad de México, con Toluca, Ciudad Juárez, etc. Los invito a leer para desmenuzar y preguntar más, para hacer de las redes un uso óptimo en el que la denuncia ya no resulte escasa por ejemplo, y donde la gente deje de creer que el ser grabado, o mencionado resulte ofensivo. Los invito a conocer el trabajo de Fernanda Dudette a través de las redes sociales y que afortunadamente mantiene contacto con otros estados, incluso países. Los invito a hacer uso de los filtros de información, del óptimo uso de las redes, de la apertura a los libros, pero sobre todo a la autocrítica.
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